El minucioso relevamiento que ordenó Guillermo Montenegro en las secretarías y entes expone el saldo negativo de la gestión del ex intendente. Falta de personal y mantenimiento, autos rotos o sin VTV, oficinas con peligro de derrumbe y sin internet.
Escaso personal, edificios en pésimas condiciones, falta de equipamiento, vehículos rotos – otros en funcionamiento pero sin VTV, “escaso y obsoleto” equipamiento informático, oficinas sin internet y dependencias sin mantenimiento y con peligro de derrumbe. Los resultados de la minuciosa auditoría que ordenó el intendente Guillermo Montenegro para conocer a ciencia cierta el estado del municipio, dejan en evidencia el saldo negativo que dejó la administración de Carlos Arroyo.
Pocos días después de ganar la elección, Montenegro anunció que enviaría a cada secretario un manual de auditoría para relevar el estado de cada área.
“Los manuales sirven para contrastar lo que dicen que te dejan con lo que realmente hay. Si en una dependencia dicen que quedan siete computadoras y en realidad hay una sola, eso queda asentado. Y después se envía la documentación al Tribunal de Cuentas”, indicaron desde el entorno del intendente.
A un mes y días de haber asumido, LA CAPITAL consultó área por área el resultados de las auditorías para constatar el estado en el que Arroyo y su gabinete dejaron las principales dependencias. “Dejo todo ordenado”, afirmó el ex intendente a días de finalizar su gestión. A la luz de la auditoría, quedó claro que mintió. Y que la mentira fue grosera.
Obras y Planeamiento
Desde la Secretaría de Obras y Planeamiento Urbano advirtieron al “escaso y obsoleto” equipamiento informático que restringe “capacidad operativa para la resolución de los problemas de incumbencia de la Secretaría”.
El área cuenta con un parque automotor que presenta las mismas características. El mismo consiste en dos antiguas unidades con problemas mecánicos.
En cuanto al espacio de trabajo, se informó que “es totalmente inadecuado para la atención al público y mostrar una gestión transparente y de puertas abiertas al vecino”.
Educación
En líneas generales se encontró una “Secretaría de Educación fragmentada, desde lo edilicio y desde lo organizacional”.
En cuanto a lo edilicio, la Secretaría se encuentra dispersa en tres partes a lo largo de la ciudad (Falucho y Santa Fe, Distrito Descentralizado El Gaucho y en el Puerto), cuando en realidad tiene interdependencia entre sus oficinas.
Desde el punto de vista administrativo, se encontró “una batería de concursos docentes iniciados y sin terminar”; el personal administrativo no docente “tiene planteles incompletos y en muchos casos haciendo tareas que corresponden a cargos superiores”.
Asimismo, los diez comedores escolares “tienen falta de cocineros” y hay grandes falencias en cuanto a auxiliares de limpieza en las escuelas.
Tránsito
Desde la Subsecretaría de Movilidad Urbana se precisó el estado general del edificio central, el Distrito Descentralizado El Gaucho, donde se realizan algunas de las funciones de esta área: “Es regular y malo” y la cubierta expone problemas de filtraciones. Asimismo se dejó constancia de que existen “repetidamente roturas y pérdidas en las instalaciones sanitarias”.
Por otra parte, los espacios comunitarios (veredas, estacionamientos y zonas de espera) se encuentran sin mantenimiento, mientras que la pista del examen práctico para la licencia de conducir “plantea necesidades de equipamiento y reestructuración” para la mejora del nivel de servicio de los recursos humanos y técnicos.
Inspección General
Es una de las áreas en peor estado, según la auditoria. En noviembre se renovó el contrato de alquiler por 36 meses del edificio donde funciona la dependencia, en Belgrano 3467.
Según la administración de Arroyo, el inmueble se entregó en “buen estado de conservación y uso, con todos sus accesorios, instalaciones, vidrios y herrajes”, sin embargo, de acuerdo la auditoría realizada, se observaron cables expuestos, deficiente instalación eléctrica, baños clausurados, humedad general en el techo y paredes, falta de pintura y la cocina con perdida de gas (ya fue cortado).
En cuanto al parque automotor, conformado por cinco camionetas, un camión y un auto, sólo cuatro están en condiciones de ser usados.
Además se informó la “falta de mobiliario adecuado” para las tareas de la dependencia: los expedientes de habilitaciones se acumulan en el piso, faltan escritorios, sillas, impresoras y computadoras. Además, se precisó que “faltan sistemas de ventilación y calefacción adecuados”.
Desde el punto de vista administrativo y operativo, se comprobó una “cantidad de inspectores insuficientes” para abarcar las inspecciones de todo el partido.
Por último, mientras el gobierno anterior instaba a denunciar ruidos violentos, las quejas de los vecinos por la falta de atención eran ciertas: “no hay personal para satisfacer las demandas de inspección”, tampoco una línea telefónica de atención nocturna ni personal para su atención si la hubiera.
Seguridad
De los 269 vehículos que componen a la Secretaría, buena parte de ellos de la Policía Local, “69 no funcionan”.
Además, la auditoría expone que se alquiló un inmueble “a un alto costo” para que funcione el Centro de Monitoreo “en lugar de invertir en un edificio propio del municipio”.
Desarrollo Social
Un área por demás sensible en un contexto de fuerte crecimiento de la pobreza. La Secretaría fue entregada con “escasez de recursos informáticos” y “debilidad de las redes en los edificios centrales y descentralizados”.
Al mismo tiempo, también se comunicó que “los vehículos se encuentran en su mayoría fuera de servicio y los que funcionan no cuentan con VTV y están en mal estado”.
En relación a los edificios descentralizados, se manifestó que si bien en su mayoría son propios, “necesitan de manera urgente refacciones y mantenimiento”. Asimismo, varios de los servicios sociales y centros de día funcionan en edificios en comodato o compartidos con sociedades de fomento y delegaciones, mientras “faltan espacios acordes para el desarrollo de los programas”.
Gobierno digital
En cuanto al software de gestión del Municipio, se relevaron inconsistencias en los sistemas, ausencias de decisiones estratégicas en el desarrollo de aplicaciones y mejoras, así como “decisiones fuera de incumbencia jerárquica” que ponen en riesgo datos, procesos e información resultante. Se informaron también “problemas de acceso a Internet en distintas dependencias”.
En cuanto a los dispositivos físicos (hardware, firmware y conectividad) se determinó que “hay 3000 equipos conectados a la red de la Municipalidad” pero algunos “no están en el lugar donde fueron asignados” ya que “no tienen los componentes que originalmente deberían”.
Emvial
En el campamento de Vialidad, ubicado en ruta 88, las plantas de hormigón y asfalto presentan “un grado de deterioro alto”. Se encomendó “evaluar en un corto o mediano plazo” una inversión de las mismas para mejorar su eficiencia.
Por su parte, la sede de alumbrado público de Tres Arroyos y Castelli expone “un deterioro edilicio importante” y se comparte con la Policía bonaerense. En el lugar, el anterior gobierno dejó “un cementerio de vehículos confiscados” que genera una fuerte contaminación.
Por otro lado, el distrito Descentralizado El Gaucho se encuentra en “situaciones edilicias muy deplorables y con peligro de derrumbe” en ciertas áreas.
Desde el Ente precisaron que existe “un déficit claro” en la infraestructura vial y de alumbrado público en el partido de General Pueyrredon y que el Emvial “no cuenta con maquinaria, insumos y personal suficiente” para atender en lo inmediato a la demanda existente.
Cultura
La Biblioteca Marechal fue entregada “en mal estado de conservación y mantenimiento” y la Biblioteca Naciones Unidas presenta problemas en los techos.
Asimismo, la auditoría destaca la reducción de la planta de personal administrativo y técnico en los últimos 10 años en un 12%. Lo mismo sucede en personal músico y asistentes. La situación refleja, solo en una pequeña parte, el fuerte enfrentamiento entre la gestión de Arroyo con los trabajadores y actores de la cultura marplatense.
Modernización
El informe elaborado dentro de la Subsecretaría de Moderlización expone en primer lugar que en Centro de Atención al Vecino “no hay un mismo criterio sobre lo que implica resolver un reclamo”.
Asimismo, se registró “un exceso de 1300 horas por mes” por encima de lo estipulado en el pliego y además “no hay dirección política” sobre el servicio de atención al vecino, ni sobre la decisión de las áreas que se integran.
Producción, un área “abandonada”
y sin políticas para generar empleoDurante los últimos años, Mar del Plata fue castigada con un progresivo aumento del desempleo, que alcanzó el 13,4% cuando el anterior gobierno finalizó su gestión.
La Secretaría de Desarrollo Productivo, área que tiene a su cargo el desarrollo de políticas de empleo, fue literalmente devastada por la administración de Carlos Arroyo.
La auditoría que por orden de Guillermo Montenegro se llevó a cabo dentro del área constató “gruesas falencias” estructurales, técnicas y políticas.
En cuanto a lo edilicio, la Secretaría desarrolla sus actividades “en cinco lugares diferentes sin conectividad entre sí que no pertenecen al Estado municipal”.
Algunos de estos espacios de trabajo fueron entregados “en estado de abandono” con estructuras de durlock sin terminar, falta de pintura, humedad, falta de membranas en los techos y falta de mantenimiento general.
Hay más. En cuanto al contenido, se relevaron “nulos o muy pocos programas existentes”. Las escasas políticas de la gestión de Arroyo para generar empleo tuvieron un “funcionamiento deficiente” y son “inexistentes” los proyectos de mediano y largo plazo en este sentido.
Asimismo, “no constan proyectos que puedan modificar la realidad productiva de la ciudad”.